Nunca pensé que esto pudiera pasar alguna vez, nunca me había sentido tan indefensa, desprotegida, me di cuenta que sin duda lo necesitaba a él, al lado mió, si él no se encontraba conmigo no podía respirar, me sentía destrozada por dentro, como si un agujero se abriera paso desde mi panza hasta llegar a mi corazón ya destruido, lo necesitaba más que a nadie, y no me importaba morir, o abandonar a mi familia humana para poder encontrarme una vez mas con el, el amor de mi vida la única persona con la que quería estar para toda la eternidad, aunque eso, ahora parecía más alejado que nunca. No sabía porque no podía estar con el si lo necesitaba tanto, pero estaba dispuesta a esperarlo hasta que ya ese agujero que se habría paso entre mis órganos vitales terminara acabando conmigo, esos últimos meses fueron como si hubiera muerto, pero fue en ese instante que escuche que golpeaban la ventana, me sobresalté, pero estaba segura de que el no podría ser, se había marchado y para siempre, volvieron a golpear la ventana, me levante de mi cama y lo vi tan perfecto como siempre suplicando que le abriera, me limité a abrir la ventana y abrirme paso hacia un costado, y lo vi pasar la ventana como lo habría hecho hace más de 6 meses atrás, esto no podía ser de verdad, no era más que otro sueño, con la diferencia de que este era uno maravilloso. Creo que me sobresalté cuando escuche que pronunciaba mi nombre, era increíble como mi mente lo recordaba tan perfecto, tan anormal. Se acercó a mi encuentro y me acarició el rostro, muy bien en ese momento comprendí que no era un sueño sino que era real. Él comenzó:
-Lo siento, siento haberte hecho tanto daño.
No pude reaccionar estaba todavía en shock.
-por favor, háblame se que tienes tus razones para no hacerlo pero necesito que aunque sea que me lo digas con tus palabras.
-Te amo y no me importa lo que hagas, siempre lo voy a hacer, y no quiero que te alejes nunca más de mi, por que eres lo que mas quiero en este mundo, no voy a permitir que desaparezcas, otra vez.- al decir esto el agujero de mi interior volvió a dolerme pero él fue lo suficientemente rápido para atajarlo con sus palabras.
- No te preocupes, no volveré a desaparecer, prometo quedarme contigo siempre, hasta el fin.y el vampiro avanzó y me rodeo con sus brazos fríos como el hielo, pero los más calidos para mi.
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